Notas de lectura

 

Lucas Rinaldi

Comisión número 05/ Santiago Castellano

Nota de lectura

Modalidad individual

Primera escritura

 

Capitulo 2: Autobiografía de escritores

Prólogo de Beatriz Sarlo al libro Primera persona

En este primer caso de autobiografía, nos remite al prólogo de un libro. En él, la autora nos habla de una mujer llamada Graciela Speranza y de cómo esta última analiza los mecanismos y la composición de dos géneros distintos: el reportaje y la autobiografía.

Speranza nos cuenta que durante un reportaje, se enfrentan dos personas con objetivos diferentes. La entrevistadora, que debe ser lo más profesional posible, tratando de dominar sus gustos personales y el entrevistado, que tiene que administrar sus palabras en función de lo que quiere que salga a la luz y lo que no.

A su vez, Speranza nos comenta sobre la dificultad que supone hacer una autobiografía por la dificultad que presenta el tener que hablar sobre nosotros mismos.

 

Héctor Tizón

En la presente autobiografía, Tizón, la narra desde la primera persona, comenzando a contar la historia de sus familiares y como estos llegaron al país, más precisamente a la provincia de Jujuy. Continúa relatando como fue su infancia y precisando acerca de ciertos recuerdos aislados. En los párrafos finales, ya habla de su inicio en la vida adulta y su comienzo en la universidad.

Cabe destacar que el autor lleva a cabo su escrito desde un propio sentimiento de melancolía sobre su infancia.

 

Alberto Laiseca

En el inicio, Laiseca retoma la idea que planteábamos en la primera autobiografía de las dificultades que presentan las mismas ya que como el mismo dice: “Es imposible que una autobiografía sea sincera. Por lo menos, no del todo. O porque calla algunas cosas o porque transforma otras".

Luego, prosigue narrando acerca de su vida personal desde un aspecto cómico. Nos cuenta cuando nació, que estudio literatura y hace énfasis en que vivió durante mucho tiempo en pensiones debido a su situación economía y que esta situacion le trajo múltiples problemas de convivencia que lo llevaron hasta a escribir un libro sobre unos hermanos que tuvo como compañeros de habitaciones que lo llamo Los Sorias.

 

Osvaldo Soriano

Esta autobiografía es completamente distinta a las que habíamos tratado hasta ahora. Soriano nos habla sobre distintos autores que le sirvieron de motivación para dedicarse a la escritura, pero cada vez que nombra a uno, lo dice haciendo referencia a los gatos.

Parece que el autor tiene una cierta obsesión con ese animal ya que cierra su propia autobiografía diciendo que él no tiene autobiografía pero que será inventada por los gatos, cuando ya esté muerto.

 

Hebe Uhart

En esta autobiografía, la autora se auto percibe como una persona más joven y se presenta como alguien sencillo, y a partir de esa cualidad es que plantea su biografía.

Durante ella, nos cuenta que vive en un barrio medio, que no es rica ni pobre, que le tiene miedo a los aviones, que es egresada de filosofía y que se dedica a la docencia. Luego, hace hincapié en que los jóvenes no son distintos a cómo eran antes y rechaza ciertas ideas apocalípticas como que los jóvenes de hoy en día no tienen futuro o que el mundo se va a destruir.

Al final, plantea la idea de que debemos ser felices sin tener que amargar a nadie.

 

Sylvia Molloy

Podemos observar como la biografía de Molloy es utilizada por la autora como una forma de catarsis.

La autora nos cuenta su historia, pero haciendo referencias a distintas fantasías que mantiene de forma nostálgica desde el exilio, como en la que vuelve a vivir a Buenos Aires, más precisamente a Palermo y realiza las actividades cotidianas que realizaba cuando todavía vivía en el país como ir a la misma farmacia o el mismo almacén.

Por último, parece que Molloy se siente “perdida” y dice sentir que su memoria ha cambiado en relación a sus recuerdos.

 

Vlady Kociancich

Al igual que Tizón, Kociancich nos cuenta su historia comenzando por el origen de su familia, como fueron llegando al país sus familiares y las multiples diferencias que mantenían entre su familia paterna y materna que fueron parte de su infancia. En este contexto fue donde su abuela materna le enseño a leer y a escribir, forjando de alguna manera, su futura profesión.

Kociacinch cierra contando que le decían que escribiendo no iba a llegar a nada y como gracias a sus libros tuvo la posibilidad de conocer distintas partes del mundo y vivir la “buena vida”.

 

Ricardo Piglia

Piglia comienza contándonos su historia como la mayoría de autobiografías, empezando por cuando se mudó a Buenos Aires y vivía en la pieza de un hotel, que trabajaba en la facultad de humanidades y que viajaba todas las semanas a la ciudad de La Plata.

Luego el autor se desvía de su historia original para narrarnos una historia acerca de unas cartas que encontró en su habitación de La Plata y luego hallo las respuestas a estas cartas en su habitación del hotel Almagro.

El escritor parece que quiere contarnos su historia, pero está mas interesado en las aventuras que muestran las cartas que en su vida personal.

 

Rodolfo Walsh

Al igual que otras autobiografías, al inicio, Walsh nos cuenta un poco de su familia, a que se dedicaban y distintas profesiones que tuvo el mismo a lo largo de su vida. Esto último, lo veo como un intento de mostrarse como lo que realmente es, una persona normal, y no como el escritor reconocido que es.

El escrito es corto y subjetivo y donde el mismo plantea que fue escritor por casualidad y que se encontraba abierto a diversas aventuras.

 

José Saramago

Discurso de aceptación del premio ante la academia sueca

En el presente escrito, Saramago lo inicia como un relato autobiográfico común donde cuenta un poco de su infancia, la cual paso mayormente en el campo con sus abuelos (personas a las cuales admira mucho) ayudando en las duras tareas rurales. Además, nos comenta que nació en Portugal y durante esta primera parte del relato, es llevada a cabo en primera persona.

Luego, pareciese que nuestro autor se inclina por una narración en tercera persona, más asemejado a una novela donde se plantea a el mismo como un personaje al cual va manipulando a lo largo de la ficción, logrando una confusión entre el personaje y el mismo.

 

Isadora Duncan

Duncan utiliza el espacio de su autobiografía para expresar el dolor que siente por el duelo que atravesó. Esto la plantea desde una escritura en primera persona y con una tonalidad nostálgica.

Podemos observar el escrito de nuestra autora como una especie de terapia para descargar su dolor.

 

Patti Smith

Smith nos cuenta su autobiografía de una forma novelística separando su escrito en tres capítulos. Cada capítulo cuenta una parte distinta de su vida, realizando saltos en el tiempo de forma irregular.

Durante el primer capítulo, situado en el presente, Patti comenta la muerte de un amigo muy cercano y como esto le afecta a su vida personal. Para el segundo capítulo, la autora vuelve a su infancia, comentándonos un poco de cómo fue y que cosas hacia durante ella. En el último capítulo, Smith avanza en la línea temporal hasta llegar a sus veintidós años y contar algunas de sus vivencias vividas en un bar con distintos personajes.


Capitulo 5: Autobiografía de estudiantes

Damaris Rolón

Rolón presenta un escrito que se encuentra divido en secciones ya que parecen ser distintas historias. Dentro de cada sección se haya un relato que se asemeja más a una novela que a una autobiografía. Todo el escrito se presenta en primera persona.

 

Inti Caporale Leal-Marchena

La autora toma como idea principal para su autobiografía una frase de Dalmiro Sáenz que dice lo siguiente “Escribir sobre uno mismo es un poco incomodo, por eso prefiero escribir sobre una mesa.”. Así es como todo el relato se basa en las distintas actividades que realizo sobre su mesa, ya sean tareas escolares o juegos de cartas.

Ella misma describe la mesa como una mesa fea, rectangular y con un color entre blanco y verde arriba.

 

Capitulo 6: Teoría sobre la autobiografía y las narrativas del yo

Philippe Lejeune, El pacto autobiográfico

Lejeune nos plantea el dilema de definir una autobiografía y de separar su significado de el de biografía y novela.

Nuestro autor termina por definirla como un “relato retrospectivo en prosa que una persona real hace de su propia existencia, poniendo énfasis en su vida individual y, en particular, en la historia de su personalidad”. Además, agrega ciertos elementos que deberían ponerse en juego como: La forma de lenguaje (narración o en prosa), el tema tratado (vida individual), la situación del autor y la posición del narrador.

 

Sylvia Molloy, acto de presencia. La escritura autobiográfica en Hispanoamérica.

La autora plantea a la autobiografía como una representación de nuestra vida a través de una construcción narrativa.

Propone al lenguaje como la única forma de “observar” la existencia de uno mismo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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